El constructivismo asume que nada viene de
la nada, y que el conocimiento previo dará la
pauta para crear un conocimiento nuevo. Una
persona que aprende algo nuevo lo incorpora
a sus experiencias previas y a sus propias
estructuras mentales. Es decir, construye sus
conocimientos a partir de su experiencia y la integra con la información que
recibe. Los alumnos interiorizan, reacomodan o transforman esta información
nueva.
En el proceso de una continua construcción,
el DI debe asegurar el logro de aprendizajes
significativos, que
permitan que el
alumno reconstruya su experiencia (Molina, 2002)
Considerando lo
anterior, Molina indica que el
reto para el
diseñador instruccional es favorecer el aprendizaje significativo de los
estudiantes, lo cual implica organizar el conocimiento que se quiere transmitir
y seleccionar los materiales y medios más adecuados para hacerlo. Para la selección
de estos medios y recursos, es necesario considerar las características socioculturales
y cognitivas de la audiencia, así como los contenidos que se pretende enseñar.
Para el diseño de cualquier programa es importante considerar los aspectos psicológicos de los alumnos. Pero, ¿a qué nos referimos? A los procesos de desarrollo y aprendizaje de los estudiantes, cómo aprende el alumno y cuándo lo hace. Lo anterior justifica la existencia de diversas teorías de aprendizaje.
REFERENCIAS:
file:///C:/Users/joozi/Downloads/DI02_Lectura%20(2).pdf
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